La llegada de Livio Suppo al equipo supondrá el fin de una crisis de liderazgo en la fábrica de Hamamatsu. Ahora, las renovaciones de Rins y Mir son la prioridad.
A Suzuki se le acababa el tiempo. También las opciones. Pero, a dos semanas de empezar el Mundial de MotoGP, la marca japonesa sorprende con el anuncio de su nuevo team manager, Livio Suppo. El italiano, que regresa al paddock después de cuatro años dedicado a su negocio de bicicletas eléctricas, llega al box azul con mucho trabajo que atender. Será el encargado de coger las riendas del equipo y devolver a la estructura esa armonía que les hizo campeones del mundo en 2020. Un factor de hermandad que les hacía resaltar sobre el resto de los equipos del paddock y que se marchó con Davide Brivio, rumbo a la Fórmula 1. Se quedaron huérfanos y, aun con Shinichi Sahara, líder del proyecto de la marca, asumiendo el papel del italiano, no hubo manera de retomar el vuelo. No solo se notó en los boxes, sino que se reflejó en pista con una clara falta de resultados. Ni una sola victoria en toda la temporada, incluso siendo vigentes campeones de la categoría.
Y aunque la marcha de Brivio hacia un nuevo proyecto en Alpine no le iba a hacer “perder el rumbo”, Sahara estaba muy confundido. Admitió desde el principio estar sobrepasado por el trabajo que supone ser jefe de equipo y que, unido a sus propias labores, le hizo desbordar. Lo notó el equipo y también los pilotos. Hacía falta una nueva figura de líder. Alguien que recuperara esa conexión como grupo humano que, veinte años después, les hizo alcanzar la gloria. Y no fue fácil. Hubo varios rechazos y, aunque la idea de un regreso de Davide podía hacerse realidad, su nuevo puesto en Alpine (a cargo de los jóvenes pilotos y de los proyectos deportivos, fuera de la F1), hizo desvanecer toda esperanza que podía quedar en el seno de la fábrica de Hamamatsu. Había que buscar otra opción y, sin duda, han sorprendido con su anuncio. Livio Suppo volverá a MotoGP, competición que le vio triunfar hasta en seis ocasiones (un Mundial con Ducati y cuatro con Honda).
Con 28 años de experiencia dentro del paddock, el de Turín tendrá entre sus manos mucho trabajo que hacer. Y, sobre todo, una misión mucho más importante: volver a unir a Suzuki y llevarlo a un proyecto, de nuevo, ganador. Desde la marca ya creen que su llegada “levantará más el ánimo”, haciendo que el futuro se vea todavía más prometedor. La moto parece que funciona bien tras la pretemporada y, a expensas de ver qué se puede hacer en Qatar, tanto Rins como Mir están muy contentos con los avances. En especial con ese extra de potencia que les han dado después de mucha insistencia a la fábrica en Japón. “Tengo gran confianza en que Livio se adapta muy bien a este puesto porque tiene mucha experiencia y una gran pasión por la victoria”, comentaba Sahara sobre el papel que va a asumir Suppo. No hay dudas de por qué han decidido recurrir al italiano: si logró llevar a Ducati a la gloria con Casey Stoner en 2007, saben que podría hacer lo mismo con Suzuki.
Además, resulta un viejo conocido para varios integrantes del equipo, incluido Sahara: “Él entiende cómo trabajan los equipos y que los ambientes en la escuadra son importantes cuando se empieza a ser competitivo constantemente durante la temporada. Ya hemos visto señales prometedoras y mejoras en nuestro rendimiento durante los test invernales. La llegada de Livio nos reforzará y nos volveremos más fuertes”. Por ahora, el primer objetivo de 2022 está cumplido. Suzuki tiene nuevo jefe de equipo, tal como quería la estructura y, también los pilotos. Todo estaba bajo control, sin “prisa ni pánico”, como aseguraba Sahara en sus últimas declaraciones a la prensa en un encuentro virtual. Ahora, siguiente paso: las renovaciones de Joan Mir y Álex Rins.
Negociaciones en marcha
“Ya hemos hablado con ellos. El mero escenario es que sigan Joan Mir y Álex Rins”. Claro y sincero. Sahara no quiere cambiaos y confía en poder mantener su misma alineación de pilotos más allá de 2022. Pero, para eso, necesitan resultados y seguir mejorando una moto que, a primera instancia, da muy buenas sensaciones. Pero, con Pecco Bagnaia como el primer piloto renovado de la parrilla de MotoGP, el tiempo aprieta. Aunque parece que en Suzuki no tienen prisa. “Ahora no es el momento de arreglar eso. No sé cuando lo será. Igual en verano, pero se arreglará”, señalaba el líder del proyecto de Suzuki en su última comparecencia, apostando por “dos años” más de contrato para ambos, aunque “igual cambiamos de idea”.
Pero, para eso, necesita darse prisa y la llegada de Suppo puede ser un factor clave. El acercamiento de Honda a Joan Mir sigue siendo uno de los rumores con más fuerza en el paddock, incluso ante la negativa de Alberto Puig, team manager de la marca del ala dorada. Y Joan Mir no niega ese interés por otras fábricas. “Después de los test decidiré qué camino tomar. No puedo hablar mucho del tema porque es complicado. Pero después de estos test hay una decisión interna importante que tengo que tomar”, confesaba el campeón de 2020 a DAZN. Y su compañero, Álex Rins, tampoco descarta otras vías lejos de Suzuki: “Me siento cómodo aquí y no me quiero ir. Si viene alguien a preguntar le escucharemos. No quiere decir que me quede o me quiera ir”. El mercado ya se mueve, incluso antes del inicio del Mundial y Suzuki tiene mucho que perder si no toma decisiones pronto.
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